lunes, 7 de septiembre de 2009

A Treinta años de la primera consagración juvenil en un mundial



Hace tres décadas atrás, la Selección argentina de fútbol lograba su primer título mundial en juveniles luego de vencer en la final a su similar de la Unión Soviética por 3 a 1, en el estadio Olímpico de Tokio, bajo la dirección técnica de César Luis Menotti, justamente con quien supo ganar la primera Copa Mundial para los mayores un año atrás en Argentina ’78.
Para los argentinos era todo un desafío el que tomó Menotti en hacerse cargo de juveniles luego de haber conseguido quizás el mayor logro que un técnico puede tener: el campeonato mundial con su país. Sin embargo, esa hazaña no le iba a pesar para realizar otro buen trabajo y lograr así, un nuevo mundial pero con jugadores menores de 20 años.
El resultado del torneo dejó un saldo de 6 victorias, con 20 goles a favor y tan sólo 2 en contra. La Argentina ganó todos los partidos de aquel mundial juvenil, con goleadas ante Indonesia, Polonia y Argelia, victorias ante Yugoslavia, Uruguay, y en la final, justamente el 7 de septiembre pero de 1979, a la ex Unión Soviética por 3 a 1. Sin lugar a dudas, un gran logro el que consiguieron esos jóvenes que dieron el puntapié a las selecciones juveniles que llegarían tiempo después. Tal es así, que hoy en día, el Sub-20 tiene el récord de haber logrado seis campeonatos mundiales (1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007).
En dicho torneo, se destacó la presencia de Diego Armando Maradona (reconocido como uno de los mejores jugadores de fútbol en toda la historia y actual técnico de la Selección nacional), como también la de Ramón Díaz, quienes finalizaron como el mejor jugador del torneo y como el goleador del certamen con 8 goles, respectivamente. Pero a pesar de estas menciones, lo que más se enfatizó de este equipo fue la manera de jugar, ya que fue el principal motivo por el cual este mundial fue muy seguido por los habitantes argentinos, que se veían representados por ese equipo, pese a la importante diferencia horaria (La mayoría de los partidos se disputaban en altas horas de la madrugada de Argentina).
Otros jugadores de aquel plantel consagrado como Osvaldo Escudero, Juan Simón, Rubén Rossi, Abelardo Carabelli, Osvaldo Rinaldi, Sergio García, Jorge Piaggio, Alfredo Torres y Marcelo Bachino recordaron el pasado lunes dicho logro en una charla que dieron frente a los estudiantes de Deportea en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza. También sobresalieron en este equipo figuras como Gabriel Calderón, Hugo Alves, Juan Barbas y Juan José Mesa.


Duchini y Pizzarotti, otros principales protagonistas de dicho logro



Algunos de los campeones mundiales de aquel mundial de Japón en 1979 coincidieron y recordaron, el lunes pasado, la importancia que tuvieron tanto Ernesto Duchini, colaborador de Menotti en la formación del equipo, y Ricardo Pizzarotti, preparador físico, para ese plantel ganador, en una charla que dieron frente a los estudiantes de Deportea en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza.
Sergio García, el arquero de aquella Selección, fue el primero en mencionar a Ernesto Duchini y al profesor Pizzarotti y recordó: “Ellos fueron dos personas fundamentales en el armado de ese equipo”. Además, Osvaldo Rinaldi, mediocampista que jugó en San Lorenzo, Racing Club y River, entre otros, y formó parte del plantel campeón, agregó: “El profesor (Pizzarotti) fue un estandarte para nosotros”.


Rubén Rossi: “Si devolviendo las medallas salváramos vidas, no tengo dudas que lo hubiésemos hecho”



La Selección triunfadora en Tokio regresó al país donde estaba bajo el mando de la dictadura militar, que la esperó con helicópteros, para exhibirlos, pasearlos y contraponerlos de esta manera a la presencia de la Comisión de Derechos Humanos que visitaban en ese momento al país.
Con respecto a lo sucedido Rubén Rossi, integrante del equipo, criticó: “Es un tema urticante, porque siempre se lo saca de contexto. Muchos de los que después levantaron el dedo, eran cómplices en ese momento. Y todos los que querían atacar una idea, porque no les convenía que se impusiera un estilo con ciertos principios, se agarraron de eso para atacar al Flaco (Menotti), que era el emblema”, y reveló: “Si devolviendo las medallas salváramos vidas, no tengo dudas que lo hubiésemos hecho”. Además, su compañero de aquel mundial, Juan Simón, agregó: “Fuimos usados vilmente, pero eso recién lo pudimos ver con el tiempo porque nosotros teníamos apenas 19 años y sólo pensábamos en jugar bien al fútbol”.